El Reino de Ishimo gozaba de una dichosa armonía durante el
liderazgo del divino emperador. Honorables Samurais aseguraban en este
país un período de riqueza y prosperidad. Pero ahora, los tiempos
felices han terminado. Temibles sombras atormentan al país dejando
solamente escombros y muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario